lunes, julio 31, 2006

Días 16, 17, 18 y 19

  • Rarísimo día el 16. Se supo en todo el mundo que cayeron verdaderos y congelados soretes de punta en Buenos Aires. (¡Qué ordinaria!) Cada bocha de granizo llegó a medir como 5 cm. de diámetro o más, y los autos se rompieron y tal. Para más info, porque yo no pienso seguir contando esto, ver por ejemplo: http://www.clarin.com/diario/2006/07/27/laciudad/h-04415.htm o la infinidad de blogs que hablan sobre el tema.
  • En la terraza, sin embargo, todo tranquilo. Martín se había ido unas dos o tres horas antes de que empezara la tormenta, y dejó todo tapado, etc. (Ando sin ganas de escribir, ¿se nota?)
  • Acá va una foto para nada representativa porque no se ve grande el granizo como en realidad fue.

  • El 17 y 18 se siguió avanzando, a pesar de las lloviznas dispersas y lo nublado del día.
  • El 19 era sábado pero Martín trabajó igual como 12 horas. Se fue como a las 9 de la noche. Una barbaridá. Encima anda medio enfermo, pero no quiere descansar.

martes, julio 25, 2006

Días 14 y 15

  • Vino sólo Martín.
  • Ayer, lunes, parecía que iba a llover pero luego salió el sol.
  • Hoy estaba nubladísimo desde la mañana pero recién llovizna ahora, siete y pico de la tarde.
  • Avanza, avanza. Fotos no hubo tiempo, cabeza, disponibilidad, ganas.

La nota de color (oscuro, muuuy oscuro):

El latín en las cucuias. 10 días de estudio no es suficiente, lo digo por experiencia... No sé, si me presento es de puro suicida, o de estúpida, o de las dos cosas... Falta que me tiña el pelo y soy una suicide blonde.

Vinieron de Edesur de nuevo y dijeron que hay que cambiar todos los cables de las cajitas A, B, C, D, E y F. O sea, todas. Porque son de tela y ya no se usan más. Seguro que los de tela son mejores, supongo, pero bueno, es así: siempre hay que cambiar para peor. Parece que estoy resignada ante el espíritu porteño... Pero también hay que ver el vaso medio lleno: no hay que pagar nada, dicen. Todo a cuenta y orden de Edesur. Lo que sí, las tapitas de metal y vidrio vuelan, van a poner unas de plástico "reglamentarias".

Nada más.

Mariana omni melior est et omnia vincibit, carajus merda!

sábado, julio 22, 2006

Día 13

  • Al grano. Ahí van las fotos de hoy (de ayer, en realidad):


  • Del otro lado también te muestro, aunque la foto haya salido medio oscura:

  • ¿Viste? ¡Supimpa!
  • Lo de la Ínterna sigue como siempre. Cuando llegó Martín a la mañana me dijo de entrada: "¿Y Agustín? ¿No vino, no?" Es que estaba anunciado lluvias y como la vez anterior había faltado... Pero, uff, ¡menos mal que Agustín no lo escuchó! (creo...) Ya estaba hacía un rato esperando arriba. "¡Qué ganas de quedarme durmiendo hoy! -había dicho Agustín- pero bueno, hasta que llegue Martín tengo tiempo de dormir una horita..." y se rió.
  • Quedó muy sentido, supongo, con lo del tema de la llave. "No puede ser -decía- él es el que me trae a trabajar y después me deja solo... Es un tonto, porque si yo me mando una él también tiene un poco la culpa porque él me trajo a trabajar, ¿entendés? Nooo, con Martín es medio peligroso... Parece buenito él, ¿viste?, cuando lo mirás... Pero nooo... Eso no se hace, no está bien... Encima me decía "vos la perdiste, vos la perdiste" y yo me quería matar, ¡qué la voy a perder yo! Noo..."

La nota de color

El caos de irala no es sólo puertas adentro, sino que se extiende a toda la calle, sobre todo hoy, sobre todo entre Pi y Lcomayo y Pimargal.

Hoy, sábado, un precioso día fresquito y soleado, hubo bardo acá enfrente de nuevo, en el edificio de la esquina de Pi y Lcomayo. Parece que se agarraron a trompadas dos pibes... Bah, parece ser que uno le pegó al otro con un bate de béisbol. Escuché que alguien dijo "mirá cómo le abrió la cabeza" pero lo cierto es que yo sólo vi a un pibe lastimado en la pierna y en la mano, el de la cabeza no lo vi nunca, ni sé si existió. Las chicas, amigas y hermanas de los pibes, todavía los mantenían separados empujándolos en direcciones opuestas y diciendo "basta, por favor, por favor te lo pido, basta". Lo verdaderamente increíble fue la madre del chico bateado -en adelante "El Bateado"- que salió a cagarse a puteadas con el padre del chico bateador -en adelante "El Bateador". Y le decía:

-¡Calláte, hijo de puta, que tu hijo lo viene a buscar al mío! ¡Tu hijo vende droga, pelotudo!

-¡Qué decís! ¡Dáte cuenta y hacé algo, pelotuda, ¿no ves que tu hijo es un drogadicto, pelotuda?!

-¿Qué? ¿Qué te pasa hijo de puta? ¡Tu hijo lo viene a buscar a mi casa, tu hijo es un drogadicto de mierda!

-Tu hijo es el que vende droga, es un traficante...

-¿Qué, qué? ¡Pero vení para acá hijo de puta! ¡hijo de puta! -y ahí la tuvieron que agarrar porque se le iba encima al tipo con el bate en la mano.

El padre aprovechó que la habían inmovilizado entre dos o tres para despacharse con toda libertad contra ella. Ella hervía y, al estar agarrada de los brazos, levantaba las patitas de la bronca... como pataleando. Al rato bajó la mujer del tipo y empezó a putearla también y le decía "pedazo de pelotuda..." no se qué, y otra vez "pedazo de pelotuda..." y así. En eso saltó la hija, la hermana de El Bateado, en contra de la mujer, es decir, de la madre de El Bateador, y en defensa de su propia madre - y la del Bateado, se entiende... Ahí tuvieron que salir cinco a agarrarlas a las dos. Y a todo esto llegó un patrullero y luego otro y otro. Más adelante vino la ambulancia del SAME, pero no me pude fijar si metieron a alguien adentro, me dio la sensación de que no. Al final, como sucede siempre que pasan estas cosas, los canas se quedaron tomando declaración del Bateador y del Bateado y de todos los batetestigos atrás del arbolito de enfrente, con lo cual nunca puedo ver ni escuchar nada y termino entrando en casa otra vez a seguir con mi música y mi latín. No sé por qué siempre se tienen que poner a declarar atrás del arbolito...

jueves, julio 20, 2006

Día 12

  • Un día raro hoy. Pasaron algunas cosas que no estaban previstas. Por ejemplo, hizo 26°C y un día espléndido. ¡Y eso que habían pronosticado lluvias! El otro ejemplo es que Martín llegó antes que Agustín... ¡por primera vez! Todas las veces anteriores llegó pasadas las nueve y media, cuando Agustín aparecía incluso a las nueve menos veinte. Una vez Martín tocó timbre como a las diez y media y me dijo "¡No sabés... se pinchó la rueda del tren!"
  • Cuando le abrí a Agustín le comenté la nueva y me contestó "¡uh, hoy llueve! ¿Qué pasó, Martín, vino antes el coletivo?" "Y no..." retrucó el otro desde la terraza, "...quería ver a qué hora llegabas vos."
  • Hoy también vino material y el cansado Agustín pasó todo el día (pero todo - todo) cargando solito estas bolsas de cal y arena.

  • Esa foto, y la siguiente, la saqué mientras -yo- descansaba de las desinencias latinas en el balcón con Lulú, que se entretiene mucho mirando muy atenta los pajaritos que se posan en los árboles...

  • Fue por ella, que lo seguía con exactitud con la mirada, que descubrí este otro posado arriba mío:

  • ¿Se ve el gorrioncito, no...? (Bueno, es la caquita ésa en el medio de la foto) Y estaba en eso cuando escucho que me dicen de abajo "Eh, ¿le sacás una foto al pajarito?" Era Agustín que tomaba aire antes de cargarse al hombro la siguiente bolsa. En ese momento me dije "ahora o nunca". Apunté, decí güisqui y ¡click!. Lo que es la tecnología, ¿no? dijo Agustín. Acá tenés tu foto, mami:

  • Y para no hacer diferencias, subí a la terraza y saqué la de Martín:

  • La Ínterna sigue a full. Ahora Agustín ya no lo espera a Martín para irse. ¡Chau, Martín, me vooooyy! y se va a las seis y diez a más tardar. (¡Martín se cuelga hasta las siete de la tarde muchas veces!) Y la verdad es que lamento no meterme en el baño para escuchar sus conversaciones en la terraza (jejejejjejejje) porque algunas supongo que son de lo más divertidas.
  • Por hoy nada más. La terraza está quedando... mmmmm... ¡Supimpa!

miércoles, julio 19, 2006

Día 11

Smmmf...

  • Había escrito bucho y do sé qué pasó que se borró todo cuamdo puse "publicar". Ahora lo escribo de duevo, pero bás cortito, porque ya be quiero ir a dorbir, ¿eh?
  • Buedo, hoy sí saqué um par de fotos. Así quedó la cocina.

  • Y así va la terraza:

  • Ah, adebás hoy bino el imbspector de Edesur y dijo que el medidor amda biem y que segurabente, si tedgo uda estufa de aceite, sea eso.......... ¡Ajááá! ¡Chocolate por la doticia!
  • Buedo, por lo benos do be dijo que bedía de benos y que em realidad be tedíam que cobrar más... como dijo Barb.
  • Ah, sigo refriada, ¿se dota?

martes, julio 18, 2006

Día 10

  • Hoy el tiempo parece estar peor que ayer. Y yo también. Me resfrié. Demasiado estudio, seguramente. Nemo repente fit sapiens. ("Nadie se hace sabio repentinamente", no me hago la snob y traduzco, ¿viste?)
  • Vino sólo Martín. Agustín se achicó ante las nubes y la neblina. Encima hace calor, ¿quién entiende esto?

Día 9

  • Lunes, encima nublado. ¿Quién tiene ganas de levantarse?
  • Terminaron la cocina. Ahora se volvió más necesario que antes pintar. Pero miro para otro lado.
  • La lámpara verde se volvió a romper por enésima vez.
  • Arriba se hizo poco por el estado del tiempo.
  • No sé qué más escribir... Estoy cansada.

sábado, julio 15, 2006

Día 8

Día 8 (el culo te abroch...)
  • Bueno, hoy ni ganas de sacar fotos. Está todo medio igual, digamos. Porque vinieron más baldosas y por la mañana cargaron eso mientras yo me fui al banco y a "FEdesur" (leer en portugués). Ya te contaré eso.
  • A la tarde sacaron los plásticos de la cocina como para que yo pueda seguir usándola aunque no esté terminado lo del perfil.
  • Arriba siguen con las terminaciones membraniles y para el lunes ya empiezan con las baldosetas, creo. Se sigue allá porque pronostican lluvia, así que para aprovechar el tiempo se trabaja arriba cuando no llueve.
  • Con Margall comimos sánguche de jamón crudo y cocacola, ya estamos todos como chanchos.
  • Pi no vino ayer (viernes). Pero mandó un mail y tiene razón, queda mejor "Pi" que "Py" e "I" que "Y". Así que desde ahora: Pi y Margall. E I, claro.

La nota de color (color caca):

Lo de FEdesur: fui a cambiar la titularidad por lo del Programa de Uso Racional de Energía (el PURE que le dicen... Puro robo). En Metrogás ya la cambié y hasta ahora todo bien. Éstos en cambio me pedían contrato de locación, escritura o certificado de domicilio por la Policía. Saqué el otro día el puto certificado que costó diez pesos y me fui a FEdesur. Mientras esperaba durante 1 hora diez que me atendieran, con un intervalo de veinte minutos entre una y otra, dos minas-clientes hicieron dos escándalos pidiendo por el gerente y llamando de incapaces a todos (lo más lindo que les dijeron). Cuando me tocó el turno le dije al empleado lo que quería y en seguida le dije que tenía todos los papeles y los treinta pesos que hay que pagar (supuestamente te los devuelven cuando una, "locataria", se va de la vivienda). Después de toquetear botones un ratito, me dijo que si no me parecía raro lo que me habían cobrado en la última factura. Sí, le dije, me cobraron 33 pesos y pico por ese Programa de Uso Racional... que además está mal cobrado en mi caso. No, me dijo él, pero además acá dice que vos consumís 600 w y este bimestre consumiste 1200 w por lo tanto es dudosa esa medida, habría que verificar eso, acá dice "verificar", el que midió seguramente se equivocó. Ajá, acoté. El tema, siguió el flaco, es que si te pido un inspector no te puedo hacer el cambio de titularidad. ¿Ah, no? No, dice, porque es un trámite o el otro. Pero, le digo, sucede que es invierno y en invierno siempre aumenta... Además si le resto los ridículos 33 me da unos 90 mangos que es lo que pago siempre en invierno. Mirá, me dice, me parece que está mal medido, ¡parecés vos de Edesur y yo el cliente! Pará un cachito, le dije, ¿¿ustedes me cobran 125 pesos y después te aparece ahí en la pantallita que es dudoso lo que me están cobrando?? Sí, me dijo. Me mordí el labio y puse ese gesto gerardiano tan desagradable que significa "por dios, qué pelotudos que son todos ustedes". Bueno, perfecto, te hago el cambio de titularidad, se apuró a decir el tipo. Ok, dije. Se puso a verificar los papelitos y me dice: ah, ¿pero el contrato no lo tenés? Y no, si la casa es de un familiar que ya no vive ahí... Ah, siguió el tipo, es que con el certificado de domicilio te van a seguir cobrando la multa del PURE porque en el certificado no dice desde cuando vivís ahí y vos podés estar viviendo ahí desde siempre, ¿yo como me entero? Ay, suspiré, ¿y entonces qué se hace en estos casos? Mi mamá se fue de esa casa hace como cuatro años y la casa quedó vacía en el 2003 que es el año que usan de referencia para cobrarme la multa por exceso de consumo (comunismo por conveniencias capitalistas se llama eso) Hace un año y medio que vivo ahí y no tengo contrato, obviamente. ¿A ver, qué hago entonces? Y bueno, hacé una cosa, dice Percy -así se llamaba el tipo- vas a la librería y te comprás unas hojas de las de contrato y hacés con tu mamá un contrato. ¡¿Y se la tengo que mandar a un escribano (o sea, pagarlo)?! pregunté, ya a punto del desborde. No, no, dice el porteño Percy, así nomás me la traés. ¿Pero y de qué te sirve eso? Y sirve, porque si vos fueras propietaria ¿firmarías algo así si no fuera para tu hija? Y no, le digo, pero sin escribano, ¿vos cómo te enterás que lo firmó mi mamá?, falsifico yo la firma y punto. Ah, bueno, dice Percy, no sé, eso es cosa tuya, yo necesito el papel... ¡Es increíble! ¡Me estás pidiendo un papel falsificado! Bueno... sí, me dijo.

Al final, no pude hacer el cambio de titularidad y dijo Percy que me manda el inspector. En una de ésas tiene razón y me están robando MÁS de lo que pensaba... Y estaría bueno que vinieras para fin de mes, así firmamos el contrato y me ahorro el falsificar la firma... Pero bueno, de última le digo a Bárbara para que firme... o a Roberta, la vecina, o a la del kiosko, o a Pi, o a alguien que pase por la calle...

jueves, julio 13, 2006

Día 7 - segunda parte (un día largo)

  • ¡Lluvia de "chanes"! Paré de escribir porque me llamaba Héctor desde la cocina. Mirá, me dijo, ¡llega hasta la mitad! Casi me caigo de toór: ¡el perfil llega hasta la mitad solamente! Justo donde estaba la senda rajadura es donde se terminaba el perfil.Lo cual deja en evidencia que no se tomó ninguna medida al sacar toda la pared. Es decir, los perfiles, que son originales, corresponden a las dos aberturas: la puerta a la cocina y la puerta a la escalera, en el medio no hay nada porque sólo había pared. Quedaban unos 30 aprox entre un perfil y el otro.
    La cocina es un quilombo pero el perfil ya está colocado, falta revocar, etc.


La nota de color

Al descubrir esta grasada de los perfiles, Héctor se empezó a poner levemente inquieto: dame otro cigarrillo, Pelu... Martín, Martín, ahí no, picá acá, mirá, eso dejálo para lo último, a ver si se nos cae la mampostería, ahí, sí y corréte por favor, no te pongás abajo, Martín, a ver si se te cae encima...
Mientras, Agustín subía y bajaba las interminables bolsas de cal y arena un poco malhumorado porque era tarde ya y todavía nadie había salido a comer, y yo miraba todo el movimiento muy cómoda desde la butaca VIP. Cerré la puerta de paso al living, la que tiene los vidrios, y me senté en un banquito a observar, muy fina a través de los cristales, la cirugía (toda una cirugía de casa, la verdad) y a sacar una foto.


Enseguida me di cuenta de que había unas tazas por ahí y agua caliente en el termo (recordad el estado de la cocina, ¡impasable!) así que hice dos tés (tampoco había agua para tres), uno para Pelu y otro para Héctor que no despegaba los ojos de lo que hacía Martín. Disculpá que te diga tanto las cosas pero es que esto es peligroso, sabés, Martín... Uy, qué rico de canela. A todo esto, alguien tiró de una silla del living y ya éramos tres los sentaditos en el palco para ver la obra. Yo, de estudiar, nada, por supuesto. Era mucho más interesante estar para cuando la casa se viniera abajo. Uy, estoy nervioso, dame otro cigarrillo Pelu, hasta que no terminen con esto no me voy, quiero ver el perfil colocado hoy. ¡Coman más tarde, Martín, eh! Hay que terminar con esto. (Antes de que esto termine con nosotros.)

El tema era también que si iba a dar o no la altura de la escalera, así que Héctor se puso a entallar una madera como simulando un perfil para ver qué pasaba. Todo pasaba, pasaba incluso yo, que soy la más alta. Desfilamos cada uno subiendo y bajando la escalera para ver si alguno se llevaba puesta la madera en la frente. Pero eso sí que no pasó, a pesar de que Martín estiraba el cuello y decía: ahí toco, ahí toco.

Tipo 14:30 Agustín también estaba medio nervioso y lo puteaba a Martín porque no corría la escalera cuando lo veía que iba a pasar cargando una membrana al hombro (la que faltaba, para rellenar los huequitos que faltan), así que nos dimos cuenta de que mientras Martín picaba la pared a Agustín le picaba el bagre, simplemente. Así que lo mandamos a comer y que siguiera después. “Bueno”, dijo. Y se fue. (“¡Ay, pero qué caritativos somos, lo dejamos salir a comer y todo!”)

A todo esto, Lulú se había escapado hacia la terraza así que al asomarme le dije a Martín:

-¿La gata está ahí?

-¿Eh? No... ¿qué lata?

(Martín es sordo de un oído y lo descubrió la semana pasada cuando le pasé el teléfono para que hablara con Héctor y como no escuchaba nada me decía que mi teléfono no andaba... Aparte, ya que estamos hablando de él, Martín es quechua puro, dice Héctor, y parece que "placenta" se dice "parís" en quechua (¡A los bebés sí los traen de París! -dijo Pelu) y "liebre" se dice "iuchú" (o como putas se escriba) O sea que el grupo de rock irlandés, U2, ¡en realidad se llaman "liebre"! -dijo Héctor)

Héctor y Pelu (y yo) también teníamos hambre así que nos fuimos a comer una picadita al Hipopótamo. Como para entonar, viste. Una picada que hacía tiempo no comíamos, y sí, dije yo, porque la picada de un tiempo a esta parte se vino en picada... (¡!) Por el camino, Pelu encontró que Py y Margall es un lindo nombre (¿no?) así que nos rebautizó: Py es Pelu. Y soy yo y Margall es Héctor. Yo voy al medio porque soy la más joven, dice. Los tres somos Py, Y y Margall. ¿Quién es Héctor? ¿Quién es Pelu? Yo no sé. Sólo sé quiénes son Py y Margall. Y nos reímos toda la tarde con esta pelotudez.

Durante la picada ni hablar de cómo me reí. Margall se compró un anteojo mágico supuestamente italiano por 12 pesos de un pelirrojo teñido que vendía en las mesas. Es un anteojo de aumento de los que se doblan enteros, como tres o cuatro veces, y quedan chiquititos; y dice que es mágico porque ve mejor que con el que se acababa de comprar que le costó 140 pesos. Y además éste le queda mucho más “paqueto”.

Todo el delirio se vio ahondado por el hecho de que Margall e Y (o sea, yo) tomamos una botellita de Vasco Viejo (hubiera sido mejor joven, dijo Py, ninguna dormilona) que nos relajó de las tensiones obriles. Después de hablar de todos los temas: cirugías, nuevas sexualidades, pastilla del día después, lentes de contacto, hombres feos que se casan con mujeres lindas y viceversa, hombres ricos que se casan con mujeres estúpidas, hombres que son mujeres y viceversa, mujeres que no son mujeres y viceversa, a Margall le salió su costado cruel y empezó a hacer chistes de la calaña de: bueno, ahora llegamos y están los bomberos, y mañana sale en el diario: “Derrumbe en la Boca, mueren dos obreros mientras que la propietaria y los arquitectos se salvaron por comer una picada.” (la propietaria vengo a ser yo en este contexto, pero se SABE que sos vos en realidad, mami, no te pongás así.) Y seguía: “y en la tele: ¡acá, por acá... hay uno vivo todavía, se mueve bajo los escombros!”

Ya eran más de las 16:30 cuando nos fuimos y yo rumbeé para la kinesióloga y ellos a casa, a ver qué había pasado. Por supus que salió todo bien (sino los chistes me los hubiera guardado) y no fue la muerte de nadie.

Igual los chistes continuaron porque ahora en la casa del gran hermano hay una Interna muy graciosa entre Martín y Agustín. Es que Agustín llega puntualísimo a las nueve de la mañana, incluso antes. Y Martín que toma dos colectivos y un tren para llegar, aparece como a las 10, a veces antes, a veces después. Entonces Martín no se va ni loco antes de las seis, pero Agustín quiere irse antes. Encima, Si Margall es el jefe de ambos, Martín es un poco el jefe de Agustín. Así que le sobra siempre lo peor: cargar el material. El tema fue que la llave que les asigné desapareció esta tarde. Y Martín le echaba la culpa a Agustín porque al fin y al cabo Martín se la pasó picando y el que bajaba a comprar y a traer las bolsas era Agustín. Y Agustín juraba que no las había perdido y que las tenía yo. Preguntamos por todos lados y revolvimos los escombros, pero nada. Agustín parecía desesperado: ¡Este Martín! ¡Lo voy a matar! ¡En vez de ayudarme a buscar me manda a bajar esto, hacer lo otro! ¡Y encima me dice que el responsable de la llave soy yo! ¡Me hace quedar mal! ¡Ahora van a pensar que la llave me la llevo yo! ¡Pero yo no la tengo, no la tengo!

Le dije que no era para tanto, que no se preocupara. Pero no había manera de calmarlo. Después de que se fueron, como a la media hora, me tocó timbre el del “A”. Resulta que la hija encontró unas llaves y me preguntaba si eran mías. Ahora me pregunto yo: ¿por qué no las habrán dejado en el buzón común, en las cajitas del pasillo (yo me fijé a ver si alguien las había puesto ahí) será por falta de lucidez mental o directamente se habrán ido a sacar una copia de la llave de acá arriba? (Tan guachos no son, ¿no?) Ah, además últimamente el del “A” es una dulzura conmigo. El otro día me pedí empanadas y al bajar a abrirles aproveché para bajar la basura. Cuando llegué abajo él salía y me dijo “Dame, ¿te la tiro a la basura?” Y bueno, gracias. Está haciendo la del buen vecino. Por ahí así lo dejamos hacer asados en la vereda, ¿no? ¿O se sentirá en derecho de socializar ahora que anda actualizado en las expensas?

Día 7

  • Efectivamente, mirando esta mañana el cuadrado del baño, vi que quedó bastante "desporlijo".

  • Le comenté eso a Agustín, que siempre llega más temprano que nadie, y luego de darme muchas explicaciones de por qué había quedado así me dijo "y bueno, eso hablálo con el arquiteto porque yo no sé cómo se va a poder poner mejor eso, por ahí se puede, yo qué sé" y subió. Y al rato, baja de nuevo y me tira: "¡uh, no sabé cómo está pegado eso! Me parece que no te lo van a poder arreglar, vas a tener que tenerlo así..." con lo cual lo miro fulminándolo y preparada para decirle algo cuando se larga a reír y dice "¡ehh, era un chiste!" (¡Me carga!)
  • Recién llegaron Pelu y Héctor y les dije, así que lo van a volver a poner cuando deje de llover (mañana o el lunes).
  • Hoy empezaron en la cocina, después de cargar muchas bolsas de cal y arena. Y las baldosas nuevas.
  • ¡Eureka! ¡Resultó que apareció un perfil! Al picar de nuevo en el techito, apareció un perfil que va desde un lado hasta el otro, cruzando la escalera y todo. Eso lo sabemos porque picamos en la escalera y también hay un perfil. No se sabe bien el porqué de la rajadura entonces, pero dice Héctor que "por algo será" y que mejor es reforzarlo colocando igual el otro perfil, el nuevo. (Además ya está comprado y todo, digo yo.) El tema es que lo iban a poner sólo hasta la pared entre la escalera y la cocina porque no daba bien la altura en la entrada de la escalera. Pero me pareció que sostener el perfil en esa parecita era una tontería y mejor hacerlo cruzar hasta la pared que da al living, como lo habíamos planeado al principio, aunque la altura quede un poco baja (1.90)...

miércoles, julio 12, 2006

Día 6

  • Hoje passei o dia estudando fora e quando cheguei já tinham ido embora todos. Por isso agora tenho algumas dúvidas... Parece que a membrana não alcançou. Faltam alguns retalhos (embaixo da mesada e no canto do jasmim) e não vi que sobrasse membrana sem colocação.



  • Amanhã seguramente vou poder tirar minhas dúvidas.
  • Exceto por esses retalhos, a membrana já está completamente colocada. Faltando ainda apenas as terminações: no quadrado da luz e no desagüe.



  • Agora mesmo fui olhar o quadrado da luz (se entende, o que dá no banheiro) e como é noite não dá pra ver direito, mas acho que tem cimento demais no meio... :( Assim vai ficar muito escuro e "desprolijo"... Amanhã de manhã conferirei isso pra ver se é preciso re-colocar.

  • Aqui, o detalhe da porta:

martes, julio 11, 2006

Día 5

  • Hoy empezaron a poner las membranas y Héctor trajo los cuatro ladrillos de vidrio para poner en el cuadrado del baño (no le saqué foto a eso todavía). Va a quedar un poco menos luminoso ya que son cuatro ladrillos que llevan cemento en el medio obviamente. Pero son lindos, pienso que va a quedar bien.

  • Mañana pronostican lluvia así que por fin empezarán en la cocina (que sigue desalojada desde el jueves pasado).

lunes, julio 10, 2006

Día 4

  • Hoy llegaron las membranas tempranito.
  • Desde las diez de la mañana se dedicaron a despejar el área. Se pusieron todas las plantas, las rejas, etc. en la azotea. En la mesada quedó el tambucho y algunas macetas pesadas. El jazmín sigue en su lugar, no hay como sacarlo sin correr el riesgo de hacerlo bosta.

  • Como se ve en la foto, por la tarde lijaron todas las asperezas del piso para no lastimar la membrana y lo pintaron con brea, salvo en las partes donde hay cosas apoyadas (ahí donde se ve en la foto de arriba y donde está el cemento, debajo de la mesada.
  • Un rato cuando llegó y luego antes de irse, Pelu estuvo tomando café y charlando conmigo (yo no tengo muchas ganas de estudiar, como se ve, me levanto muy temprano y a las dos de la tarde ya tengo demasiado sueño, jejej)
  • "Son prolijos los muchachos" dice Pelu. ¡Es verdad! Son atentos y prolijos. Incluso piensan mientras trabajan, cosa rara hoy día (en cualquier área laboral).



  • Como la brea sigue húmeda no pude sacar bien la foto de la parte de atrás de la terraza.

La nota de color:

Desde la primera vez que vino, con Héctor y con Pelu para revisar qué había que hacer en la cocina, Martín, el más grande de los dos obreros -no es viejo, es "grande" y petiso-, me saluda con un beso tanto al llegar como al irse. Aquella primera vez que vino le serví café al igual que a Héctor y a Pelu -cosa que luego no volví a hacer más que una vez, cuando cargaron las bolsas de cemento y arena desde la vereda y realmente me compadecí- y lo saludé al llegar y al irse como a Héctor y a Pelu. Cuando empezó a venir con el otro muchacho, Agustín, que me saluda desde lejos y me pareció que hasta se avergüenza del saludo entre Martín y yo, la verdad es que olvidé el asunto del beso y simplemente empecé a recibirlo con un "Buen día" y a despedirlo con un "Hasta mañana". Pero Martín insiste en ponerme la cara para el saludo, y lo más gracioso es que no es un saludo "cachete con cachete" sino que él realmente me da um beso en la mejilla en vez de al aire, como suele hacerse. Como no se trasluce ninguna intención perversa (aunque la haya), sino todo lo contrario, es amable, el asunto me da gracia y también un poco de ternura porque cada vez que llega el momento del saludo yo estoy distraída y tengo que reaccionar casi exageradamente a su perseverante modo de saludarme. Además, me impresiona como le choca al otro muchacho que se nota que ni loco me saluda con un beso y se da vuelta rápidamente como si la forma en que me saluda Martín fuera pecado (quizá un "pecado social"). Y quizá teme sentir la obligación de saludarme igual... ¿Por qué? Siendo un muchacho de mi edad, supongo que algun pensamiento mucho menos amable le debe pasar por la cabeza. La sensación es que el "hasta mañana" de Agustín es mucho más "perversito" que el besito diario de Martín. ¿Curioso, no? ¡Y qué lástima que no se transforme en príncipe (joven, alto y rico)!

viernes, julio 07, 2006

Día 3

  • Terminé de poner las plantas sobre la mesada.


  • Terminaron la babeta. La terminación es prolija. Le pusieron cemento y aseguran que no va a entrar agua si llueve el fin de semana.
  • Mientras la cocina sigue desalojada y pendiente, puesto que no llovió, ya empezaron las primeras bajas: se rompió el vidrio de la ventanita de un mazazo. El arquitecto estaba presente, yo no. Hubo que quitar las baldosas de la ventana (yo llamé la atención a eso) pero parece que la ceresita era mala y se rompió todo. Ergo, se agujereó la pared hasta el otro lado. En las fotos que siguen, cómo se ve de afuera, y cómo de adentro.



  • La otra baja es más triste (y para mí más grave). El reloj gris de pared, herencia de la abuela Juana, estaba apoyado de pie en la mesada de la cocina. Se ve que con los TUM TUM, el reloj resbaló y se rajó (rompió) al medio.
  • La cocina sigue desalojada y a la espera... Todavía no llovió, dicen que hoy a la noche sí. Hace CALOR, en pleno julio en Buenos Aires.
  • Hay mugre por todos lados, a pesar de que barro todos los días, mantengo puertas cerradas y pongo trapos húmedos en los pasajes entre cocina/escalera y living y escalera y terraza.
  • Ya están encargados los rollos de membrana, dice Héctor, el arquitecto.
  • Ya vi la muestra de la baldosa. La común, terracota. Tiene rico olor y color. Re-lindo va a quedar.

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jueves, julio 06, 2006

Día 2

  • Siguieron picando la babeta. Aunque amaneció feísimo, no llovió. La cocina está completamente desalojada. Las cosas están en cajas en el living, la voz retumba en la cocina como en los departamentos sin muebles y Lulú no duerme tranquila en toda la tarde por los TUM TUM.

  • Empecé a poner algunas plantas sobre la mesada. En el día de ayer no pude porque me levanté cuando me tocaron en timbre. (El martes 4 entregué un parcial así que, después de dos noches sin dormir, sólo podría haberme quedado dormida).


  • Taparon la babeta con ladrillos y maderas por si llueve.
  • Corrieron un poco el jazmín... Todavía no fue necesario podarlo ni moverlo demasiado. Esperemos que sobreviva.

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Día 1

  • Empezaron a picar la babeta perimetral.
  • Recibimos 15 bolsas de arena y 4 de cemento.



  • Apuntalaron una parte del techo de la cocina porque parecía que al día siguiente iba a llover, con lo cual no se podría seguir en la terraza.


  • Me pidieron que para mañana desalojara la concina de cosas, así se podía empezar ahí en caso de lluvia.

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